Realizar estudios de educación superior es una experiencia realmente emocionante. Sin embargo, puede resultar un poco agobiante la cantidad de trabajo y los plazos en la presentación de los mismos. A diferencia de las clases en el colegio, en esta etapa puede parecer que al alumno se le da más independencia para organizarse, lo que puede resultar bastante inquietante para muchos.
En la escuela o en la formación profesional, sueles ver a tus profesores o tutores varias veces a la semana y te proporcionan gran parte del trabajo que necesitas, en cambio, en un curso de educación superior, es posible que sólo tengas una clase y quizá un seminario o taller a la semana. Para alcanzar el éxito en ese curso, se espera que pases horas leyendo y haciendo trabajo de investigación en la biblioteca. También tendrás que seguir las normas académicas a la hora de ejecutar tus ejercicios y exámenes. Adaptarse a esta nueva forma de aprender puede ser un reto para muchos estudiantes durante el primer año.
Hay muchas razones para sentirse abrumado por la nueva vida académica. Tal vez tengas problemas personales o de salud, puede que tu universidad o instituto no te haya preparado lo suficiente para afrontar la vida académica o puede que te falte motivación si has elegido el curso equivocado. Estas dificultades son también algunas de las principales razones por las que los estudiantes abandonan sus estudios.
A menudo son las cosas más sencillas las que pueden tener el mayor impacto en tu éxito académico.
El sueño
El sueño es una herramienta muy infravalorada que puede ayudarte a manejar las presiones académicas. Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de York reveló que el 60% de los estudiantes del Reino Unido tenían falta de sueño. Muchos de estos alumnos señalaron que la falta de sueño afectaba negativamente a su bienestar mental. Y no sólo eso, otra investigación publicada en la revista Nature Research Journal descubrió que la falta de sueño puede repercutir en bajas notas en las tareas y exámenes.
Planifica con antelación
Es más fácil decirlo que hacerlo, pero no dejes las cosas para el último momento. Muchos estudiantes se ven obligados a pasar la noche en vela para cumplir los plazos. Quedarse despierto toda la noche a base de café o bebidas energéticas no es la mejor manera de hacer las cosas. La combinación de privación de sueño y cafeína puede afectar a tu bienestar mental y, en general, hacerte menos productivo y entender menos. Si este es tu caso, considera la posibilidad de unirte a un grupo de estudio o de encontrar amigos o compañeros de clase que te ayuden a ser más organizado.
Pregunta
Si estás desorientado o tienes problemas con tus estudios, pregunta a tus profesores durante, antes o después de las clases o incluso puedes hacerlo por correo electrónico. Están ahí para apoyarte y a todos nos interesa que tengas éxito. También, en la universidad hay servicios de apoyo que pueden ayudarte en lo académico, en la gestión de tu carga de trabajo y en la organización de los trabajos o en los exámenes si fuese necesario.
Compaginar el trabajo con los estudios
Apoyo académico